sábado, septiembre 29, 2007


Hoy aparecen en dos diarios de tirada nacional, ABC y EL MUNDO respectivamente, los resultados de sendas encuestas realizadas en los últimos días del año, es decir exactamente tras el atentado de Barajas, y que merece la pena analizar con cierto detenimiento. Ambos estudios se realizan sobre dos cuestiones idénticas, de una parte la postura de los españoles ante la negociación con la banda asesina ETA, y de otra se pregunta por la intención de voto. Los resultados expresan que el PSOE, tras el atentado podría quedar en empate técnico con el Partido Popular y el rechazo mayoritario de la sociedad ante la negociación con la banda separatista vasca. En mi opinión los datos de la encuesta son preocupantes y dan alas al gobierno de Zapatero. Dado, que con la que está cayendo, el gobierno se mantenga en la misma perspectiva de voto, punto arriba o abajo, que en los meses anteriores al atentado, muestra a las claras la polarización de la sociedad española, y consecuentemente el triunfo de la política revanchista y de aislamiento del PP. Resulta harto evidente que la labor de zapa realizada desde todos los resortes del poder, y la impresionante maquinaria de propaganda gubernamental, hoy reforzada con los informativos panfleteros de la Cuatro y la Sexta (estos últimos absolutamente vergonzantes y sectarios), así como la estrategia de aislamiento institucional y parlamentario, dan sus frutos. A media España le va la marcha del pasado, el cutrísmo de la memoria histórica, el pensamiento Alicia de la Alianza de civilizaciones, el Prestige resucitado, y el bocata de tortilla gratis total. Con estos datos al PSOE le trae una higa que llevemos tres años con media sociedad en la calle demandando libertad, que nuestro crédito exterior penda de dos pelos, que la balanza comercial esté en mantillas, y que no nos dé para llegar a final de mes. El gobierno sabe mucho de imagen y le ha pillado la cintura a media España: sol y pandereta, panem et circenses, humo y sombras. Nuestra sociedad ha llegado a tal punto de embrutecimiento y de pasotismo que pocas cosas pueden hacer que nos movamos, como dice Federico solo nos interesa el fin de semana que viene, y tener para una de gambas. Media España ha cedido gustosa sus derechos, su libertad y su SOBERANÍA, a una recua de irresponsables, y todo el mundo se queda tan campante. Alerta Jesús Lainz en su última obra La Nación Falsificada que España se está balcanizando, Item más; se rompe por los cuatro costados, no solo por la fractura en su vertebración territorial, sino por la división de la sociedad nacionalista española en dos partes a su vez: rojos y azules, izquierdistas demodés, y liberales y derechistas. Podemos dar por muertos los pactos del 78, la constitución y todo lo que conlleva, adiós a 25 años de paz social; porque si el Pensamiento Alicia de Zapatero, el odio divisor, la política de acosar al que no comulga contigo, y la cheka televisiva dan estos réditos electorales, es que algo grave pasa en nuestra sociedad. No logro entender como tras ocho años de estabilidad y alternancia tranquila con los gobiernos de Aznar, aquí solo ha quedado la imagen de que hay dos Españas, y que izquierda y derecha están condenadas a enfrentarse per sécula in seculorum. El espectro sociológico que vota al PSOE, tragando lo que haga falta, a cambio del carné de ser de izquierdas, debería plantearse muy seriamente en donde quieren vivir y de que manera, porque a cambio del titulito de progre están dispuestos ha ceder todo lo que les identifica como ciudadanos de un estado libre. La propaganda cutre y decimonónica de la inteligentsia krausista, de la cultura subvencionada, que separa todo y a todos en dos frentes opuestos eternamente, que se adjudica todas las bondades de la tierra y el cielo, que anatemiza al discrepante y condena al ser individual, solo pretende fabricar robots incapaces de pensar per se, que depositen mecánicamente su voto en la urna, y que no pregunte ná de ná en cuatro años. Porque no quiero vivir en la España que están construyendo (o destruyendo), señoras y señores: yo cierro el chiringuito, y me voy con la música a otra parte, porque necesito aire, quiero pensar por mi mismo y opinar, no deseo un estado opresor que decida qué debo hacer con mi dinero, qué debo hacer con mi vida, con la educación de mis hijos, con mi ocio, con mi alma, con mi fe. Esa es una posibilidad dulce y cómoda que se abre ante mis ojos, la otra es la resistencia cívica: negar la mayor al estado, no ceder un palmo de terreno, protestar, patalear, rebelarme y chillar en todo foro se ponga ante mis santas narices. ¿Qué le voy a hacer?, soy español por los cuatro costados, no quiero irme a ninguna parte y me va la pelea; no queda pues sino batirse. Animo desde estas páginas a todos los que piensen como yo o no, los que quieran ser como les venga en gana, los que deseen una sociedad libre, diversa, plural, y nada fanática a rebelarse. La calle no es de los progres, las calles las pagamos todos, el estado se mantiene, con NUESTRO DINERO y trabaja PARA NOSOTROS. No me estoy defendiendo a mi cuando protesto, te defiendo a ti porque eres diferente y para que lo sigas siendo, defiendo a los progres para que lo sean si así les place, lucho porque cada cual haga de su capa un sayo, dentro de una sociedad unida en su diversidad, nada está más lejos del liberalismo que el pensamiento único, que le totalitarismo zapateril, que la saña vengativa de la historia rescrita en pro de una revolución fracasada. Si realmente quieres ser antisistema, rebélate contra la dictadura que a todos pretende uniformarnos, y convertirnos en borregos orwellianos. Sinceramente me niego a ceder líndamente mi nación a unos fanáticos que nos llevan a todos al pozo, ya tuvimos bastante con el triste ejemplo de la segunda república.

José Manuel Areces .

No hay comentarios: