jueves, septiembre 20, 2007

No ofende el que quiere
A raíz del nuevo paso dado por nuestro presidente en el camino hacia la paz perpetua de los cementerios, vendiendo armas al demagogo venezolano, ese que va por ahí blandiendo una constitución del calibre de su dignidad, me he encontrado con uno de los ya populares juegos de palabras sin sentido de
ZP. Según el presidente de todos los españoles, o al menos de los buenos (término utilizado con permiso de Peces-Barba), la venta de esas armas “no puede ofender a nadie” porque no tienen “una naturaleza ofensiva”. ¿Puede el vender armas a una democracia dudosa, con conexiones más o menos evidentes con grupos terroristas, ir en contra de lo que se entiende por bueno? Pues depende de a quién se pregunte, supongo que a los votantes del PSOE del “No a la Guerra” lo mismo les molesta... o no. En todo caso, leído así, a mí sí que me resulta ofensivo así que lo interpretaré de la otra manera: esas armas no serán usadas para iniciar un ataque no provocado, sólo para defenderse. Supongo que, cuando tan seguro lo dice, es que lo tendrá puesto en el contrato: “Hugo, estas cositas que te vendo, sólo para defenderte, que ya sabes lo pacifistas que somos en España”. O a lo mejor simplemente se ha fiado de la palabra de su amigo y aliado civilizador. Capaz le veo.
Escrito por Feyn Dem

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